No me gusta ir por la vida haciendome de enemigos, y si.. se que suena medio contradictorio porque valla que si los tengo (o los he tenido)... pero enrealidad y de corazón no odio a nadie.
Realmente hasta la palabra me descompone ODIO. Es como...agresiva, y realmente yo no soy agresiva, no me gusta la agresión, es más... me perturba. Cuando son agresivos conmigo más que responder con doble agresión yo me deprimo, y se que no debo, trabajo en lograr que mi concentración se enfoque en mi pero... me es inevitable, me afectan las malas energias, creo que soy... demasiado receptiva.
Realmente hasta la palabra me descompone ODIO. Es como...agresiva, y realmente yo no soy agresiva, no me gusta la agresión, es más... me perturba. Cuando son agresivos conmigo más que responder con doble agresión yo me deprimo, y se que no debo, trabajo en lograr que mi concentración se enfoque en mi pero... me es inevitable, me afectan las malas energias, creo que soy... demasiado receptiva.
Lo peor es que cuando siento la agresion cerca mio, aunque no valla dirigida hacia mi... me afecta, incluso si no es explícita!, incluso una mala palabra o un mal modo... por eso odio los garabatos a menos que sean parte de un código no hiriente, aunque.. últimamente me he dado cuenta que aunque no sean parte ofensiva de Tu código, tienes siempre que tener en cuenta el contexto en el que estás, pues puede que no sea parte de Su codigo, y no tienen porque aceptarlo, y aunque esa no sea tu intención, le estás ofendiendo, y si ofendes a alquien que está al lado mio... me ofendes a mi, porque si... soy demasiado receptiva.
Muchas personas restringen su vocabulario, su léxico empatico esta creado a partir de jerga y usos sociales ese alguien no sabe decir amigo pero sabe decir "huevón" y si el receptor no conoce o no comparte esa palabra no debe sentirse ofendido pues debería ser capaz de entender la acción y no la palabra. Cuando alguien intenta decir algo al entregar un mensaje, no importa el medio ni la forma mientras se de a entender la esencia de lo que quizo decir. El problema radica cuando la hostilidad es parte del mensaje, un mensaje que no quiere ser oído, y no tiene porque ser oído, frente eso como un tercero oyente tenemos dos opciones, seguir nuestro instinto pacificador y reaccionar para restablecer la paz, o bien apartarnos de la fuente de hostilidad.
ResponderEliminarnuestros actos no debiesen estar determinador por lo que nos quicieron decir, sino por como nosotros recibimos el mensaje.